PESADILLA

El pasado 16 de marzo, coincidente con mi tercer día de confinamiento forzoso y con intención de expresar el estado de ánimo en el que me voy encontrando durante el tiempo que dure la cuarentena, comencé a plasmar crónicas en este cuaderno de bitácora desde el que alzo mi voz hacia un mundo que dudo me escuche, preguntándome si estaría sufriendo algún tipo de pesadilla por lo que hube de sintonizar la radio a temprana hora para aclararme.

Hoy, cuarenta y tantos días más tarde creo que si estoy, estamos todos, viviendo una pesadilla. Personalmente siento como si me encontrara dentro de un túnel con las paredes cubiertas por monitores en los que se suceden imágenes, noticias y comunicados que parecen no estar destinados a mi sino a confundir a toda la humanidad y contra los que siento la necesidad de defenderme por lo que percibo como una agresión. Para colmo, al final del túnel debería, según los cánones del absurdo, presentir una luz pero en su lugar lo que parezco atisbar es un signo de interrogación.

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MÁS INCERTIDUMBRE

A merced de la incertidumbre cabalgamos en este inicio de una nueva semana de confinamiento entre el hartazgo y la esperanza de que fuera de nuestro entorno haya vida con la suficiente inteligencia como para prever con un mínimo de acierto los avatares venideros.

La guerra político-científica se ha desatado de nuevo entre oriente y occidente y no precisamente exenta de intereses de mercado y sesgos raciales y mientras en occidente afirman que el virus pudo escaparse por error de un laboratorio chino, teoría que cuenta incluso con el apoyo de un nobel, los chinos se defienden como pueden carentes de una versión clara de como pudo pasar del murciélago al hombre.

También observo con impotencia los avances y retrocesos de un ingreso mínimo familiar frente a la valiente renta mínima universal individual como solución no solo para atajar la crisis laboral galopante que nos amenaza como consecuencia de la paralización del trabajo, sino como un modelo económico que se abra camino hacia un futuro marcado por una competitividad salvaje, las sucesivas oleadas migratorias de las que nadie se podrá librar y el avance de una automatización más desarrollada y agresiva como sustituto de la masa obrera.

Por otra parte, medio mundo científico sigue empeñando denodados esfuerzos por conseguir una vacuna que ayude a la inmunidad de la población mundial frente al coronavirus con las piedras en el que camino que todos ellos conocen de las dificultades para llevar el remedio a toda la población sorteando las diversas y temidas mutaciones del virus y sus rebrotes correspondientes.

Y además, como ocurre cuando la población sufre colapsos como este, mientras unos se aproximan a la ruina económica, otros hacen el agosto en el rio revuelto de la decadencia monetaria y así las acciones de NETFLIX siguen en alza en tanto que el resto de las plataformas de streaming redoblan esfuerzos por seguirle a la zaga estrenando por doquier series, películas y documentales.

Todo un espectáculo a través del cual proseguimos en la lucha pasiva del encierro con el lapsus de esos 10 minutos diarios durante los cuales, a las 20 horas, salimos al balcón para desfogarnos y aligerar tensiones.

En cuanto a música la cantautora inglesa LAURA MARLING lanza, a sus 30 añitos, el que sin duda es su mejor álbum «Song for our Daughter» (Canción para nuestra hija)

Y el siempre eterno Bob Dylan desde el otro lado del atlántico envía un mensaje a sus fans cuasi apocalíptico por inusual: “Saludos a mis fans y seguidores con agradecimiento por todo vuestro apoyo y lealtad durante los años. Permaneced a salvo, estad vigilantes y que Dios esté con vosotros. Y les obsequia con la canción «Murder Most foul» de casi 17 minutos de duración en la que aparentemente adjunta un mensaje místico del rechazo a esta sociedad materialista y les invita a la reflexión con el pensamiento libre por bandera. Esta es una canción inédita –dice–, que grabamos tiempo atrás y que podéis encontrar interesante.

Y En su último libro «Terra Alta» mi estimado Javier Cercas pone sobre la mesa un odio hacia el nacionalismo injusto y desestabilizador que le hace sufrir, supongo como buen «charnego», inmigrante de las antípodas españolas.

FUTURO COMPLEJO

Hoy lunes 13 de abril de 2020, superada la semana santa, afrontamos otros siete días de confinamiento sabiendo que las autoridades extienden el estado de alarma hasta prácticamente el final de mes. En lo personal nos encontramos bien tanto física como anímicamente, incluso sintiendo que lejos de aburrirme, carezco del tiempo necesario para llevar a cabo lo que deseo hacer. Estoy leyendo dos libros de manera simultánea y viendo series y películas que suelo comentar en este mismo espacio

Tanto los medios de comunicación como las autoridades sanitarias aunque estas con más reservas, parecen estar de acuerdo en que nos encontramos en el acmé de la pandemia y por lo tanto, todo lo que venga después será necesariamente positivo cosa que carece de certeza científica y creo yo que obedezca más bien a las ganas que tenemos de que nuestra vida recupere la normalidad

Lo cierto es que desde Corea, el país que mejor ha controlado hasta el momento la infección por el coronavirus, alertan que se están detectando nuevos contagios entre gente dada de alta por haber superado la enfermedad Covid-19, lo que de ser así, significaría que superar la enfermedad no garantiza inmunidad definitiva ante la misma. Además otros científicos afirman que el coronavirus ha venido para quedarse y que la enfermedad por él producida se convertirá en estacional y por lo tanto, nos tendremos que acostumbrar a vivir con ella y aprender a automatizar protocolos que eviten contagios como lo hemos hecho con otras enfermedades.

Decía Nietzsche que la esperanza es el peor de los males pues prolonga el tormento del hombre, pero la experiencia nos dicta que aquello que no nos destruye, nos fortalece, por lo tanto a buen seguro saldremos de esta como lo hicimos de otras, pero cómo lo haremos, ya no es tan fácil de predecir.

En lo económico, Paul Mason afirmaba en una entrevista para El Confidencial, «Lo ocurrido forma parte de una crisis general del capitalismo: el modelo económico no funciona; el orden multilateral se está fragmentando; la creencia en la racionalidad y el estado de derecho está bajo ataque; el planeta se está quemando, y nuestro agotamiento de los bosques y la urbanización vertiginosa han abierto la puerta a los virus zoonóticos. Es reconociblemente similar a la crisis general del feudalismo del siglo XIV y espero que el resultado sea, como en Florencia y París entonces, revueltas bajo la bandera de la libertad», Augurando que dentro de un año toda la zona euro se asemejará al estado en el que se encontraba Grecia en 2015.

En nuestro país parece que se está trabajando en serio en la implantación de una renta básica universal que nos ayude a superar la crisis.

A nivel internacional sin embargo, una terrible certidumbre nubla el cielo, la banca está comprando a precio de saldo la deuda de los estados soberanos y de esto seguir por donde parece inevitable que siga, Ni Trump, ni Xi Jinping serán los dueños del mundo pues lo serán los bancos centrales.

Por otra parte, el teórico y filósofo de la ciencia política británico, John Gray afirma en el diario El País que la hiperglobalización de las últimas décadas tampoco va a volver. El virus ha dejado al descubierto puntos débiles fatales del sistema económico parcheado tras la crisis financiera de 2008. El capitalismo liberal está en quiebra.

Y el paleontólogo Eudald Carbonell dice “Esta no es solo una crisis sanitaria, es una crisis social y universal, es el colapso del sistema por no haber afrontado cambios estructurales cuando hace unos años tuvimos ya las primeras advertencias”.

Os dejo, además de desearos infinita paciencia, os paso enlace al último cuento que escribí, se titula LA EQUIVOCACIÓN y espero os guste.

FRAGILIDAD

Hoy lunes 6 de abril de 2020, iniciamos una nueva semana de confinamiento en el momento que Sánchez anuncia «sucesivos estados de alarma» e intenta otros Pactos de la Moncloa, al mismo tiempo que las críticas sobre su gestión por parte de la derecha y su prensa afín se vuelven más agresivas y mientras que, por otra parte, las cifras nos dicen que se puede acercar el aplanamiento de la curva lo que equivale a decir que las medidas pueden estar comenzando a dar sus frutos.

Tomando distancia para tratar de entender lo que nos está ocurriendo y a sabiendas de que nuestra capacidad de resiliencia parece infinita, estimo que durante décadas, el hombre de este primer mundo civilizado en el que obviamente me incluyo, se ha sentido más y más poderoso, prepotente, vanidoso, despótico, despreciativo, invulnerable, en definitiva casi invencible pero esta pandemia ha dado un tremendo golpe sobre la mesa para decirnos, «no jodas» ser imbécil y presuntuoso, eres, un animal lábil al que un diminuto organismo tan pequeño que es incapaz de replicarse a sí mismo sin parasitar una célula de tu mucosa respiratoria, te ha puesto no solo contra la pared a ti, sino que está haciendo tambalearse toda la estructura económica y social que para tu gloria habías construido, obligando a que te preguntes para qué coño te esforzaste en crear una zona de confort tras la que parapetarte, rodeándote de armas y tecnología si luego eres incapaz de predecir, prevenir o defenderte ante la simple proliferación de un ente tan insignificante que a duras penas se le puede considerar un ser.

Aunque presidentes necios de grandes naciones como Trump que se refiere a si mismo como un presidente para la guerra, goce del punto más álgido de popularidad a pesar de las barbaridades a que nos tiene acostumbrados a algunos, es evidente que un sentimiento de fragilidad se adueñará de la tierra en los tiempos que vienen y aunque su alcance dudo que pueda suponer grandes beneficios en lo que a sociabilidad y justicia se refiere, me apoyo para decir esto en la circunstancia de que el virus ha entrado en África donde puede hacer estragos, mutar y volverse hacia nosotros para poner de nuevo todo patas arriba cuando más confiados volvamos a estar y ese temor subyace no solo en mí, sino que lo intuyen la mayoría de los ciudadanos en mayor o menor medida.

Como ejemplo de que nada volverá a ser igual, la noticia que se vio en la prensa estos días sobre las más de 17000 bodas que se han pospuesto en nuestro país, muchas de las cuales ya no se celebrarán, sobre manera porque dificultades económicas nos acosarán y desviarán nuestros esfuerzos en otra dirección. O también la exhibición demoníaca de tanto antisocial que gasta energía e inteligencia creando confusión.

CONTINUAMOS nuestro confinamiento con serenidad…

La semana pasada publiqué otro cuento, es uno de los primeros que escribí hace de ello muchos años. Se titula EL CERRADOR y espero os guste.

INCERTIDUMBRE

Desde que me propuse reflejar en este blog mi estado de ánimo consecuencia del confinamiento, he pasado del asombro inicial a la incertidumbre superando un estadio de pesimismo.

Incertidumbre enmarcada hoy en la no comparecencia de D. Fernando Simón ya que no será él quien dé la rueda de prensa a que nos tiene acostumbrados por haber dado positivo pasando a engrosar el número de contagiados por el COVID-19 que alcanza ya los 85.195 y que junto a los 7340 fallecidos y 16780 curados, arroja la imagen actual que nos deja la última infección por coronavirus que estamos sufriendo.

Pero incertidumbre también por la actitud de los que mandan porque uno se pregunta: si se sabía que podíamos llegar a paralizar el país, por qué hemos perdido otros 15 días. China lo hizo pero ellos tienen toda una legión de funcionarios que se encargaron de controlar, facilitar comida y necesidades esenciales a sus ciudadanos además de una economía que llevaba creciendo desde hacía una década, pero ese no es nuestro caso.

E incertidumbre sobre todo porque la parálisis empresarial general va a suponer un golpe muy fuerte para las empresas y por ende el personal que en ellas trabaja, cuyo mercado no es el consumo interno. La competencia exterior se hará cargo de inmediato de los contratos que nosotros no podamos cumplir y volver a recobrar el pulso se me antoja casi imposible.

Otro dato preocupante es el estado del frente de batalla porque Asturias no tiene aún los hospitales de referencia colapsados pero saber ¿Cuanto pueden aguantar las UCI en cada comunidad? crea entre los profesionales gran incertidumbre.

Y por último incertidumbre ante el efecto que provoque en la gente los bulos, la multi información, a veces sesgada, en otras ocasiones interesada pero siempre oportunista.

Doctor en física desmonta un vídeo viral de científico norteamericano.

Ayer publiqué un nuevo cuento en este blog. Entiendo los paisajes no tanto por sus árboles, ríos o montañas sino más bien por la gente que los habita, así, PATROL es uno de los últimos cuentos que recuerdo haber escrito, hará tres o cuatro años y trata sobre el paisanaje de la España vaciada.

PESIMISMO

Mañana se cumplen los primeros quince días de confinamiento exigidos por el gobierno a través del Real decreto por el que se declaró el estado de alarma nacional para controlar la expansión del COVID-19 cuya vigencia fue ayer prolongada por otros quince días más en sesión parlamentaria aunque personalmente considero serán algunas quincenas más las que tendremos que permanecer confinados si queremos contener realmente los efectos del coronavirus.

Nietzche decía que «La decisión cristiana de ver el mundo feo y malvado, hizo al mundo feo y malvado» pero yo que me considero más realista que pesimista, veo al mundo como un conjunto heterogéneo de personas que hacen lo que pueden y muchas veces no aciertan aunque su intención sea buena.

Digo esto al mismo tiempo que empiezo a caer en el pesimismo y el pesimismo es una especie de emoción toxica por la que no me quiero dejar llevar. La biblia nos cuenta que Dios hizo al hombre a su semejanza y creer en esto equivale a dejar a Dios en muy mal lugar porque el hombre es un manojo de defectos, de los cuales uno de los más graves es el de no prevenir las catástrofes y así nos va.

Hace solo un mes nos decían que el coranovirus mataba poco y que no había que ser alarmista porque su mayor incidencia recaía sobre personas mayores de 80 años y con patologías previas y claro, con esas premisas, se permitieron manifestaciones, concentraciones, eventos deportivos y viajar a lo grande y lo peor, no se hizo acopio de material para defendernos del bicho.

A día de hoy contabilizamos más de 56.000 contagiados y más de 4000 fallecidos solo en España, mientras nos dicen que Europa aprieta los dientes y se prepara para alargar las cuarentenas “lo que sea necesario

El caso es que ante la falta de previsión surge la compra apresurada por presión y así nos tiramos al mercado de cabeza para adquirir cantidades millonarias de test con el resultado fallido de hacerlo a una empresa china que según las autoridades de aquel país carecía de licencia para hacerlo.

Hay un refrán maldito español que dice “a rio revuelto ganancia de pescadores” y como afirmación de su autenticidad, aparece el capital y el dinero anónimo a pescar en una bolsa rota para acaparar a precios módicos acciones de grandes empresas con lo que a buen seguro finalizada la crisis sanitaria y cuando nos encontremos probablemente sumidos en una crisis económica de dimensiones no previsibles, los ricos serán mucho más ricos y los pobres que hayan conseguido sobrevivir, mucho más pobres.

Por otra parte, mientras la sanidad privada recorta plantilla y cierra centros en plena pandemia, la derecha de este país defensora de la vida, que se opone frontalmente a la legalización de la eutanasia, aplica el asesinato selectivo sobre los mayores indefensos y las personas dependientes.

Espero se entienda ahora por qué me encuentro sumido en este estado pesimista. Y para terminar, comentar que ayer hice público un nuevo cuento titulado “Rufus” lo escribí hace más de diez años y no va de perros aunque al principio lo parezca, espero os guste.

NUEVO LUNES DE CONFINAMIENTO

Continúan incrementándose los contagios que ya superan la cifra de 33000 y un número de fallecidos a consecuencia del coronavirus por encima de los 2100. Con esto comprobamos que en muertes nos encontramos actualmente por encima de las cifras facilitadas por China.

También hemos sabido que el gobierno ha tomado la decisión de llevar al Congreso que lo tiene que aprobar, la prolongación del estado de Alarma Nacional y por lo tanto la extensión del confinamiento por otros quince días más como mínimo.

El virus, a pesar de las vacilaciones mostradas por nuestros dirigentes en algunas ocasiones no distingue entre ideologías, religiones, nacionalidades o edades y son varios los políticos y funcionarios afectados y en cuarentena, la última la vicepresidenta del gobierno Carmen Calvo que ha sido ingresada por una infección respiratoria que probablemente se deba al coronavirus.

Y como no podía ser de otra manera aparece la tremenda picaresca española que ya fue puesta en evidencia anónimamente en el siglo XVI en la célebre novela «La vida de Lazarillo de Tormes» y así Interior alerta de ciberestafas que utilizan como señuelo el coronavirus y La Guardia Civil incauta un buen número de mascarillas, gafas y otros útiles con los que sin duda se pretendía hacer negocio en la red. Y empresarios, como el leonés
Victoriano Alonso, fue pillado con 158 000 barbijos

La competencia política saca a la luz sus garras intentando rentabilizar créditos para cuando esto pase ver que rendimientos ha ganado, utilizando para ello la figura argumental de la falacia del «hombre de paja» evitando utilizar los argumentos de los que carecen sustituyéndolos por el menosprecio del presidente al que se dirigen con el apelativo descalificador de «pedrito», incompetente acaparador de cuotas de pantalla, etc…, en una demostración más de la catadura política de la derecha que a través de la prensa afín no repara en gastos con tal de desgastar al un gobierno que fue elegido democráticamente.