Es el título de una miniserie argentina de 159 minutos repartidos en 5 episodios; creada, escrita y dirigida por Mariano Cohn y Gastón Duprat para Star+, que cuenta con un buen plantel de actores encabezado por Luis Brandoni, Robert De Niro. Me apetece destacar, también, el buen trabajo de la veterana María Rosa Fugazot y de la actriz novata uruguaya Majo Cabrera.
Se trata de una dramedia filmada en Argentina que cuenta las vicisitudes de un crítico gastronómico, sibarita y caprichoso, acomodaticio y acomodado que nunca salió de Buenos Aires; contada por su amigo de EEUU, un escritor famoso y reconocido al que recurre para presentar un libro que ha escrito. La serie narra las peripecias de esos días con genialidad y humor, una serie, por lo tanto, ligera y rápida de ver que hará las delicias de cualquiera, disponible en Disney+, y que recomiendo.
Cuenta en Filmaffinity con una puntuación de 7,3 y una sencilla SINOPSIS, que dice lo siguiente:
«Un icónico vividor, que apenas tiene recursos para mantener su acomodado estilo de vida, contrata a una joven paraguaya para sustituir a la criada recientemente fallecida que le cuidó durante más de 40 años.»
El pasado viernes 20 de octubre, se estrenó en Oviedo este filme originalmente titulado,»Killers of the Flower Moon». Se trata del último largometraje de Martin Scorsese, sobre guion de Eric Roth y el propio director basándose en el libro homónimo de David Grann, está protagonizado porLeonardo DiCaprio que es además productor ejecutivo, Robert De Niro y Lily Gladstone.
De la interpretación de sus principales protagonistas no esperaba menos que el magnífico trabajo realizado; sin embargo, y en esto coincido con los comentarios de Carlos Boyero en la Ventana, los personajes a los que dan vida son tan viles y siniestramente malvados que no solo no lucen, sino que producen cierto rechazo. No es el caso de la tercera coprotagonista, Lily Gladstone que al margen de su fantástica actuación, el personaje al que da vida es lo único honesto, honrado y decente de toda la película y me sorprendió, porque no la conocía, a pesar de que hizo algún trabajo más, uno de los cuales lo podemos encontrar en Filmin.
Comenzaré por decir que a pesar de no ser el largometraje que más me ha gustado de Scorsese, sí que se encuentra a la altura de calidad que nos tiene acostumbrado este director, una fotografía excelente, dirección, sonido, puesta en escena, etc. Otra cosa es la duración (206 min), pues en mi opinión, es un tiempo excesivo y un handicap a la hora de captar espectadores, no obstante, a mí no me supuso esfuerzo alguno, no recuerdo ni haber mirado el reloj.
Estuve viéndola el sábado 21, al día siguiente de su estreno, no puedo decir que estaba la sala hasta la bandera, pero registraba una muy buena entrada a pesar de que era la primera hora de la tarde. Cuando regresé a casa, me di cuenta de que en la segunda cadena de TVE, emitían y volví a ver, «Drive my car», de Hamaguchi de 3 horas también y de la que en su día dije algo parecido a lo que puedo aplicar ahora a esta, no sabría donde recortar. En definitiva, recomiendo la película, sobre todo porque se trata de hechos abominables, expuestos con crudeza, pero al fin y al cabo reales. Actualmente, solo puede verse en salas, pero después pasará Aple+ que tiene los derechos de distribución.
Cuenta con 7,4 puntos en Filmaffinity y una SINOPSIS que dice lo siguiente:
Ambientada en la Oklahoma de la década de 1920, narra los asesinatos en serie de los miembros de la nación indígena Osage, que era muy rica en petróleo; una serie de crímenes brutales que más tarde se conocería como el «Reinado del Terror».
Primer largometraje (96 min) de la galardonada cortometrajista Juana Macías estrenado en 2010 en Cáceres, que fue patrocinador destacado. Posteriormente, en el Festival de Málaga, obtuvo galardones como mejor dirección, guion y actriz de reparto en la persona de Aura Garrido.
Cuenta momentos dentro del mismo espacio-tiempo, en la vida de cuatro mujeres de diferente edad y situación, que se ven obligadas a tomar una decisión vital para su futuro, pero también para sus personas más cercanas. Se trata de Antonia, interpretada por Carme Elías, que fue recientemente diagnosticada de alzhéimer, según ella misma anunció; Inés a la que da vida Goya Toledo, una mujer de 39 años que se encuentra en la diatriba de ser o no madre; Marián, una mujer víctima de violencia de género rompiendo sus cadenas, cuyo personaje es interpretado por Ana Labordeta y Mónica, hija de esta última y adolescente, que marca el contrapunto por la edad y también por representar el futuro, a la que da vida Aura Garrido, nominada a los Goya como actriz novel, por ese trabajo.
Creo que, dentro de la humildad de esta modesta película, Juana Macías ha escrito y dirigido unas micro-historias cotidianas y sin tópicos, evitando estereotipos y arriesgando con primeros planos y tomas cámara en mano a las que las actrices se han adaptado correctamente arrojando un resultado que personalmente me agrada mucho. La película, a pesar de tocar tangencialmente la violencia de género, no va de feminismos, sino más bien de la soledad ante las decisiones importantes, de la maternidad, la familia y las dificultades de la mujer para ser independiente tanto profesional como en las relaciones personales.
Alguien como yo, que vive con el estigma de haber nacido hombre y hetero, siente un poco de vergüenza ajena al sentir la presión que la doctrina del patriarcado ejerce aún hoy sobre las mujeres. La película se encuentra en la plataforma NETFLIX y la recomiendo.
Cuenta en Filmaffinity con 6 puntos y una SINOPSIS que dice lo siguiente:
En el transcurso de un día, Inés, Antonia, Marian y Mónica, mujeres con edades y circunstancias muy diferentes, deberán tomar importantes decisiones que pueden cambiar sus vidas para siempre: ¿Decidirá Inés seguir adelante con su embarazo en contra de todo y todos? ¿Entenderá Marian que la relación con su marido está acabada y actuará en consecuencia? ¿Qué hará Antonia cuando el verdadero amor de su vida le pida una segunda oportunidad, ahora que es una mujer felizmente casada y con hijos? ¿Qué ocurrirá con la impotencia y el deseo de venganza de Mónica cuando su familia se desmorone?
De 4 episodios de 55 minutos se compone esta miniserie británica de 2021 cuyo título original en inglés es Landscapers.
Se trata de un drama del género negro, escrito por Ed Sinclair, actual pareja de la actriz protagonista y dirigido por Will Sharpe, siendo protagonizado de manera excelente por Olivia Colman yDavid Thewlis que recordaremos, a ella por su papel de hija en la película The Father junto a Anthony Hopkins o como Reina de Inglaterra en la serie The Crown; y a él, por ejemplo, en Estoy pensando en dejarlo. Ambos llevan a cabo aquí un magnífico trabajo, en especial ella que a mi entender se sale. Al margen de los protagonistas, una Kate O’Flynn como actriz secundaria también se merece muchos aplausos por firmar tan extraordinario trabajo.
En 1998, el matrimonio compuesto por Susan y Christopher Edwards, asesinaron a los padres de ella con arma de fuego en su casa de Mansfield, para posteriormente enterrarlos en el jardín trasero y huir al extranjero, no sin antes, fingiendo que seguían vivos, vender las propiedades, retirar el dinero de las cuentas y arreglar los papeles para seguir cobrando la pensión de los ancianos y desaparecer sin dejar rastro durante 15 largos años, permaneciendo la mayor parte de ellos en Francia, malgastando el dinero en coleccionismo cinematográfico, hasta que agotados y sin dinero, y tras el requerimiento en su país de origen de una entrevista para valorar necesidades ante el próximo cumpleaños de los ancianos que se aproximan a los 100 años, deciden volver y someterse a la justicia. En 2013 la pareja fue condenada a cadena perpetua con una pena mínima de 25 años, a pesar de los informes forenses que indicaban los problemas psicológicos de ella.
Esta historia, tan real como atroz, empujó a Ed Sinclair a escribir el guion de la miniserie, ahondando en la vida de los personajes, sus circunstancias, sus acciones, sus desequilibrios emocionales y la relación entre ellos tan especial, acaso en un intento por arrojar luz y comprender si fuera posible, un relato que levantó ampollas en aquel país y que a priori, resulta difícil de interiorizar desde el punto de vista humano.
Sin alardes extraordinarios desde el punto de vista cinematográfico, pero aplicando un código no escrito que ayuda a seguir mejor la narración contada de adelante hacia atrás, las escenas en blanco y negro nos hablan del pasado, mientras el oscurecimiento del escenario se aplica cuando alguno de los dos recuerda algo. El último episodio combina el juicio con una escenificación del caso en forma de western que igualmente resulta atractiva a pesar de lo arriesgado.
Es complicado hablar más sin caer en spoiler de esta miniserie disponible en HBO, por lo que simplemente la recomiendo y que cada uno vaya descubriendo tanto los trucos cinematográficos como los narrativos a través de los diálogos.
Cuenta en Filmaffinity con una puntuación de 6,4 y una SINOPSIS que dice lo siguiente:
4 episodios. Un matrimonio se vuelve el centro de la atención de los medios cuando se hallan dos cuerpos enterrados en el jardín de su casa. En lo que la investigación avanza, la imaginación de Susan les lleva a fingir una realidad alternativa en la que son los héroes de la historia.
Fernando Marías, el escritor que murió mil veces y del que a través de su obra aprendí que todos debemos asumir con valentía la consecuencia de nuestros errores, nos ha dejado definitivamente. Las redes sociales, los círculos literarios, grupos de WhatsApp y prensa han estallado con un denominador común en sus comentarios, se ha ido demasiado joven.
Una de las despedidas que más me ha gustado la firma Berna González Harbour en El País. Yo también tuve ocasión de escucharle durante su última visita a La semana negra de Gijón. Me encantó hacerlo, aunque ya lo conocía bien a través de su obra porque los escritores son lo que escriben o eso me gusta pensar y en ese sentido él no morirá nunca.
La muerte es esa circunstancia tan cotidiana que procuramos no comentar, de hecho más cotidiana que el nacimiento a la vida y de ahí el déficit demográfico del que si se habla en demasía a pesar de ser falso porque para corregirlo bastaría con abrir las fronteras a seres que son excedente en otros lares.
Todos en el momento de nacer estamos condenados a muerte, es un hecho irreversible del que deberíamos hablar más para que nunca nos sorprendiera su presencia. Decía Emile Ciorán, uno de mis filósofos de cabecera, en su libro El aciago demiurgo, que quien no muere joven, merece morir.
Sesenta y tres años no es ni poco ni mucho. Es la edad a la que murió mi padre reventado por el trabajo y sin poder disfrutar de su jubilación. Debo reconocer que su muerte me importó más que la de Fernando Marías a pesar de lo que lo admiro. Y lo ha hecho en el momento que le tocaba hacerlo y nunca más joven ni más viejo, por ejemplo, que la mujer que hace unos días falleció al precipitarse a las vías del tren en La Corredoria (la enésima persona ya), pero de lo que apenas se ha leido una breve reseña en prensa porque el suicidio o la enfermedad mental son aún más tabú que la propia muerte.
Como bien dice Berna en su artículo, ahora toca escribir sobre su muerte y ya lo estamos haciendo. Descanse en paz.
Última miniserie estadounidense producida por la factoría NETFLIX cuyo título original es The chair y que llegó el pasado 20 de agosto a la plataforma. Se compone de 6 episodios de 30 minutos cada uno. Se trata por lo tanto de una dramedia ligera, de fácil digestión en la cual, lo más flojo desde mi punto de vista es el guion.
Narra las peripecias de la primera mujer contratada para hacerse cargo del departamento de inglés, en un momento en que su situación es delicada por falta de alumnos, dentro de una muy prestigiosa universidad de EE. UU. Cuenta con cuarenta y tantos años, es soltera y tiene una inteligente y difícil niña adoptada y para mí es también el mayor activo de la serie. Un personaje de su tiempo, bien formada, comprometida socialmente y defensora de los derechos de la mujer que se ve obligada a lidiar con un entorno complicado por la edad y por el conservadurismo y corporativismo de la clase académica. La actriz que lo interpreta de manera excelente es la canadiense nacida en Ottawa, Sandra Oh, que dio vida a la policía en la inmejorable serie KILLING EVE que también comentamos en este mismo espacio en su día.
Los responsables son los mismos que crearon Juego de Tronos y el encargado de dirigir los episodios Daniel Gray Longino que hizo un buen trabajo que sin embargo sabe a muy poco porque tratándose de una obra coral, con muchos personajes de diferentes matices el desarrollo es tan pobre que se queda en nada.
Cuenta en Filmaffinity con una puntuación de 6,2 y una SINOPSIS que dice lo siguiente:
Miniserie de TV (2021). 6 episodios. Serie cuyas tramas se centran en el Departamento de Inglés de una prestigiosa universidad. ‘The Chair’ es el primer trabajo que David Benioff y D.B. Weis (GoT) desarrollan para Netflix, plataforma con la que sellaron un contrato millonario en el verano de 2019.
El fin de semana tenía previsto acudir a nuestra Semana Negra, el certamen cultural que trasciende las fronteras de nuestra comunidad e incluso las del país y del que tantos nos sentimos orgullosos. Sabedor de que se trata de una semana la de 2021, con la anterior edición, excepcional por las restricciones anti COVID, entre las cuales la más importante es que debemos solicitar entrada con 24 horas de antelación para cada uno de los eventos que tiene lugar por estar limitados los aforos, quise inspeccionar las instalaciones y tantear los actos previamente por lo que pedí me acercaran ayer martes.
Como siempre buenos actos y buena organización a pesar de las circunstancias pero nuevamente un imperdonable olvido discriminatorio al no disponer de aseos adaptados para las personas con movilidad reducida.
Soy usuario de sillas de ruedas y en esta ocasión las carpas, kioscos de libros, etc., se encuentran camino del “espigón” un agradable paseo para una tarde de sol en una ciudad tan bonita como es Gijón. Soy habitual del certamen y hacía tiempo que la organización que, obviamente cuenta con financiación del Ayuntamiento de la ciudad y también del Principado para poder llevar a cabo su objetivo, se ocupaba de que hubiera al menos un aseo para usuarios de silla de ruedas, sin embargo, en esta ocasión cuando sentí la necesidad de usarlo, tuve que recorrer muchos metros en busca de un establecimiento hotelero que dispusiera de aseos útiles para mi lo que me llevó hasta «La Buena Vida» en Fomento y los que son de la ciudad se darán cuenta del periplo que supone el mencionado recorrido a pesar de que mereciera la pena en el sentido de tener la oportunidad de felicitar a la propiedad del mencionado establecimiento por sus agradables instalaciones y aseos magníficamente adaptados y dispuestos para nuestro colectivo.
Los verticales que es como yo denomino a las personas que no precisan utilizar una silla de ruedas para desplazarse, no tienen problema para encontrar un lugar donde miccionar porque cualquier cafetería con aseo es accesible para ellos o en caso de apuro, cualquier recoveco les puede valer, a pesar de ello la organización del evento se había ocupado de que dispusieran de amplios y cómodos aseos, mientras que los usuarios de silla de ruedas nos vemos obligados a alejarnos del lugar para buscarnos la vida. Me parece tremendamente discriminatorio además, que el Ayuntamiento de Gijón no inspeccionara para que se cumplieran las normas vigentes en un evento cultural de tal preponderancia.