Continúan incrementándose los contagios que ya superan la cifra de 33000 y un número de fallecidos a consecuencia del coronavirus por encima de los 2100. Con esto comprobamos que en muertes nos encontramos actualmente por encima de las cifras facilitadas por China.
También hemos sabido que el gobierno ha tomado la decisión de llevar al Congreso que lo tiene que aprobar, la prolongación del estado de Alarma Nacional y por lo tanto la extensión del confinamiento por otros quince días más como mínimo.
El virus, a pesar de las vacilaciones mostradas por nuestros dirigentes en algunas ocasiones no distingue entre ideologías, religiones, nacionalidades o edades y son varios los políticos y funcionarios afectados y en cuarentena, la última la vicepresidenta del gobierno Carmen Calvo que ha sido ingresada por una infección respiratoria que probablemente se deba al coronavirus.
Y como no podía ser de otra manera aparece la tremenda picaresca española que ya fue puesta en evidencia anónimamente en el siglo XVI en la célebre novela «La vida de Lazarillo de Tormes» y así Interior alerta de ciberestafas que utilizan como señuelo el coronavirus y La Guardia Civil incauta un buen número de mascarillas, gafas y otros útiles con los que sin duda se pretendía hacer negocio en la red. Y empresarios, como el leonés
Victoriano Alonso, fue pillado con 158 000 barbijos
La competencia política saca a la luz sus garras intentando rentabilizar créditos para cuando esto pase ver que rendimientos ha ganado, utilizando para ello la figura argumental de la falacia del «hombre de paja» evitando utilizar los argumentos de los que carecen sustituyéndolos por el menosprecio del presidente al que se dirigen con el apelativo descalificador de «pedrito», incompetente acaparador de cuotas de pantalla, etc…, en una demostración más de la catadura política de la derecha que a través de la prensa afín no repara en gastos con tal de desgastar al un gobierno que fue elegido democráticamente.