Vivir y Otras ficciones no es una película al uso, de hecho muchos pensarán que se encuentran ante un “REALITY” o una nueva manera de montar un documental, pero no es así. La película está visible a través de la Plataforma PRIME VIDEO y cuenta dos historias la de una apersona con diversidad funcional física, un PMR interpretado por Antonio Centeno, y la de su asistente personal, interpretado por Pepe Rovira que sobrevive a un pasado tortuoso.
Dirigida por Jo Sol, esta película fue cofinanciada de manera popular a través de VERKAMI, siendo intención de sus promotores contar escénicamente la diferencia entre la figura del asistente personal y el asistente sexual a través de imágenes de la vida cotidiana.
El protagonista, un lesionado medular, en un momento dado nos dice “Que a la gente no le molesta tanto la diferencia como verse a sí misma, ver lo que no quiere ver: Que esto es así de frágil, verse así mismo en esa fragilidad”. Y en otro momento del film a un afectado por enfermedad mental recluido contra su voluntad en un psiquiátrico se le pregunta por qué se encuentra en esa situación y responde: “Por querer vivir, porque todo aquel que quiere vivir, al final, termina teniendo problemas con la vida”.
Cuenta con una puntuación de 6,3 en Filmaffinity y una SINOPSIS que dice lo siguiente:
Pepe ha salido del psiquiátrico tras pagar condena por robar para trabajar. Únicamente la solidaridad de Antonio, activista con diversidad funcional, le permite construir una vida frágil sobre la que proyectar nuevas ilusiones. Sin embargo, su necesidad de encajar en un mundo sin sentido se convierte en una tarea desesperada. El horizonte de su ansiada “normalidad” resulta inalcanzable. La relación con Antonio interpela su mirada sobre la vida, invitándole a reconocerse como anomalía e inventar una locura mayor para vivir.
Tiene un precedente en el film INTOCABLE, una película que por cierto, levantó ampollas dentro del colectivo de personas con diversidad funcional entre las que me cuento, porque lejos de contar una realidad a pesar de utilizar la realidad como argumento de venta, se limitó a alimentar estereotipos muy negativos.