Conocí a Víctor del Arbol en una edición del popular certamen “La Semana Negra de Gijón”. Participaba en un coloquio junto a otros escritores y en un momento dado en el que se discutía sobre si los escritores pensaban o deberían pensar en el lector a la hora de acometer sus obras, él dijo que lo que le parecía más importante desde su punto de vista como lector, era que el autor fuese honrado a la hora de contar la historia.
UN MILLON DE GOTAS es el primer libro que leo de él y hasta donde he podido percibir, el autor cumple con creces sus palabras. Debo reconocer cuanta pereza me daba acometer sus más de seiscientas páginas, leer el prólogo que bajé me ayudó a tomar la decisión.
Nos encontramos ante una historia a caballo entre lo policial y lo histórico pero sobre todo ante una novela que habla de esa parte de los hombres y mujeres que no está a la vista, sobre sus miedos, sus decisiones, sus secretos, y sobre todo sobre el comportamiento de nuestra especie dependiendo de las circunstancias en que se encuentre. Me satisfizo la parte que habla de esa España previa a la guerra civil, quizá por la poca literatura existente y sobre las luchas intestinas por el poder entre gente que, aún contando con ideales de izquierdas, no supieron o no pudieron, llevarlas a cabo y las consecuencias que eso supuso.
La novela está además plagada de frases, algunas reproduciré seguidamente, y también de afirmaciones rotundas que entiendo nos acercan la personalidad y el pensamiento del propio autor. La novela como decía, habla de esa parte no visible del iceberg que es el hombre, sumergido en el océano humano.
En un momento dado, uno de los personajes, dice algo así como “no existe el cielo ni existe el infierno, solo existe la inmensidad del océano”. Os recomiendo que la leáis y disfrutéis como yo lo he hecho.
A continuación reproduzco algunas frases entresacadas del libro:
- El pueblo es una masa elemental, una fuerza bruta, voluble y manejable, confiar en su amor es una estupidez, la única garantía de fidelidad es el temor.
- Tal vez la felicidad sea el punto intermedio entre la verdad y el deseo.
- No hay héroes en el infierno y ahí es donde vamos.
- A veces los hombres necesitan creer que ya no son niños asustados.
- Ni con dinero siquiera la muerte es igual para todos por mucho que se empeñen los jodidos pobres que sueñan con alguna suerte de justicia.
- Todo lo que hacemos queda gravado a fuego para siempre, da igual lo que hagamos en el futuro, lo que hemos hecho aquí nos acompañará siempre.
- La verdad no era más que la otra cara de la mentira tan dañina y tan real como esta.
- Nadie deja los vicios para los que ha vivido siempre, son los vicios los que lo desechan a uno.
- La memoria es un paisaje que cada cual elige para añorar o detestar.
- Los recuerdos son grandes espacios vacíos que a menudo se recorren en silencio.
- Lo bueno que tiene el miedo es que cuando te libras de él es como si nunca hubiera estando doblándote la espalda.
- Las razones de un hombre para hacer lo que hace solo le incumben a él.
- Las propias mezquindades son más tolerables que las virtudes de los demás.
- Todo se convierte en polvo y en olvido si se tiene la paciencia de esperar.
LA SINOPSIS PUBLICADA EN LA CASA DEL LIBRO, dice así: