Vivir sin permiso es una serie producida por Mediaset para Telecinco realizada por Aitor Gabilondo (El Principe y Allí abajo) basada en un relato de Manuel Rivas y protagonizado entre otros por José Coronado.
Cuenta en Filmaffinity con una puntuación de 5,9 puntos y una SINOPSIS que dice lo siguiente: Nemesio ‘Nemo’ Bandeira (José Coronado) es un hombre que se enriqueció en el pasado con actividades ilegales pero que ha conseguido blanquear su trayectoria hasta erigirse en uno de los empresarios más influyentes de Galicia, a través de una importante compañía conservera. Cuando a Nemo le diagnostican alzheimer, tratará de ocultar su enfermedad para no mostrarse vulnerable mientras pone en marcha el proceso para elegir a su sucesor, lo que provoca una hecatombe en la familia. Sus dos hijos legítimos que nunca han tenido interés alguno por los negocios, de pronto intentan demostrar que cada cual es el candidato más adecuado. Su ahijado, el brillante e implacable abogado Mario Mendoza, es objetivamente el más preparado, aunque carece de algo vital: llevar la misma sangre que su padrino. Al saber que Nemo no le contempla como heredero del imperio, pondrá en marcha su propio plan sin abandonar su encantadora sonrisa, lo que le convertirá en el más peligroso y despiadado de sus enemigos.
Hubo un tiempo que de Coronado unas interpretaciones me gustaban más y otras menos pero con el tiempo creo que ha mejorado mucho y eso junto al respeto que me merece el periodista y escritor gallego Manuel Rivas, coautor del guion y del relato en que se basa, me decidí a ver esta serie que ahora califico sin reparos en una de tantas basurillas disponibles en Netflix, plataforma que está bajando el nivel de calidad de manera alarmante.
Aunque no me considero una autoridad en lo que a series se refiere si soy un prolijo lector y me atrevo a decir que no recuerdo haber encontrado un guion peor que el de esta serie. Lejos de tratarse de un thriller de narcotráfico como lo han calificado, más bien se podría encuadrar en una telenovela o culebrón al estilo de Falcon Crest o Dinastía pero a la española y con peor calidad.
Poco se salva de este engendro, quizá el trabajo de José Coronado una vez más que da vida a un malo malísimo, tan malo que ni siquiera conseguí tomarlo en serio. En cuanto al resto del reparto, excepto Luis Zahera que interpreta a Ferro, no se salva nadie y en cuanto a Alex González, que también trabajó en El Principe, como allí hace un trabajo insulso y carente de carácter. Siento mucho el tiempo perdido en ver los tres primeros episodios porque no soporté más.