Necesito abrazar el concepto “Ignorantes, generosos o de derechas” para entender el titular según el cual dicen las encuestas que el Partido Popular gobernaría con el apoyo de los ultras si tuvieran lugar hoy las elecciones.
Y lo digo porque el Partido Popular es la única organización política en la historia de la democracia española que cuenta con una sentencia del Tribunal Supremo consagrando su triple corrupción a nivel municipal, autonómica y estatal, lo que quedó al descubierto con las investigaciones de la trama Gürtel.
El próximo año se cumplirán 20 años de la boda que tuvo lugar en El Escorial entre la hija de Aznar y Alejandro Agag, una boda que a consecuencia de los fastos, la periodista Carmen Rigalt bautizó como la de la “tercera infanta”.
Por una pasarela de invitados vista por todo el país a través de las cámaras de televisión, desfilaron las fuerzas vivas de la era Aznar, y entre ellos muchos, yo diría que demasiados, fueron terminando en el banquillo de los acusados por distintas corruptelas y condenados a significativas penas por lo que otra conocida periodista, columnista entonces del diario El Mundo Lucía Mendez, calificó el evento como “La maldición de El Escorial”.
Pocos meses después de aquel evento un buque mercante, el petrolero monocasco Prestige protagonizaba ante las costas gallegas uno de los mayores desastres ecológicos y el Partido Popular llevó a cabo la peor gestión posible haciéndose famosas por ejemplo, las declaraciones de dirigentes como Rajoy calificando de hilos de plastilina lo que salía por las grietas del barco. Al final el costo de la tragedia supuso 12 000 millones de dólares.
No obstante, a pesar de lo escandaloso de la cifra, fue mucho peor el rescate a la banca que nos trajo la burbuja inmobiliaria, más de 64.000 millones de euros incluyendo el Fondo de Garantía de Depósitos, de lo cual apenas se ha devuelto una mínima cantidad dando por perdido el resto.
Mientras tanto y a consecuencia, el intento de salida de la crisis nos dejó una ley laboral que precarizó a la población más endeble, un empobrecimiento de la clase trabajadora y una masa de pobres que todavía se preguntan que hicieron ellos para pagar una factura que no les correspondía.
De ahí que iniciara este post con el concepto de que o somos muy ignorantes o muy generosos a la hora de pasar página o la mayoría somos individuos de derechas estigmatizados por prejuicios y sesgos que nos impiden juzgar con rigor la historia.