Crystal Moselle, autora del documental The Wolfpack (Manada de lobos) que fue Gran premio del jurado en el 31º Festival Festival Soudance, es también la creadora de este drama juvenil con el trasfondo de la subcultura del Skate en lo que parece una mirada nostálgica de esta realizadora próxima a cumplir los 40 años, siguiendo las peripecias y relaciones personales en la ciudad de Nueva York de un grupo de chicas en su paso a la edad adulta que intentan abrirse camino dentro de un deporte popular muy masculinizado. De hecho el título de la película alude a las indicaciones que los chicos hacían cuando las veían patinar en cuanto que mejor estaban en la cocina.
Está disponible en FILMIN, y cuenta la historia de una introvertida joven de 18 años, un tanto perdida o desorientada con su vida que encuentra en la amistad de la pandilla de patinadoras el apoyo que necesitaba. A pesar de no profundizar demasiado en los temas de cada una, limitándose a seguir las peripecias personales y los movimientos, piruetas y conversaciones de las chicas sin juzgar y sin prejuicios, sí que deja entrever esa diferencia de cultura más tradicional que le viene impuesta por su madre hispana que busca para ella un futuro maternal, frente a una cultura urbana más liberal y respetuosa con la diversidad en el más amplio sentido.
Prácticamente el casting está compuesto por las propias patinadoras que obviamente no son actrices y que durante algún tiempo estuvieron recibiendo formación para poder llevar a cabo el trabajo, obteniendo a mi juicio, un buen resultado.
Cuenta en Filmaffinity con una puntuación de 6,4 y una SINOPSIS que dice lo siguiente:
La vida de Camille, una adolescente de los suburbios, cambia repentinamente cuando conoce a un grupo de chicas que hacen skate. Según se va adentrando en esta subcultura neoyorquina, empieza a entender el valor de la amistad y a conocerse a sí misma.