El sueco Malik Bendjelloul dirigió este documental tan curioso como extraordinariamente bueno, de producción sueco-británica en 2012, año en el que mereció un Óscar de la Academia por él. Fue su primer y último trabajo cinematográfico porque dos años más tarde se arrojó al metro de Estocolmo, suicidándose tras llevar algún tiempo luchando contra la depresión.
Es posible que el infierno exista y coincida con el lugar que habitamos, siempre me he sentido identificado con ese pensamiento y puede que la felicidad consista en poder llegar a vivir como lo hizo Sixto Rodríguez apodado «Sugar Man» el protagonista de este documento único e irrepetible a pesar de que su vida fue un total fracaso si la observamos desde el modo que lo entiende la sociedad de consumo y competencia. Porque «Rodríguez» que fue el nombre con el que lanzó sus trabajos discográficos era un tipo humilde que pasaba desapercibido, trabajaba en la reparación y reconstrucción de inmuebles, vivió siempre en la misma casa, donde crio o a sus tres hijas y donde creaba hermosas canciones como esta, que fue la última que grabó, titulada Cause que contiene versos como este y un sonido especial:
Porque perdí mi trabajo dos semanas antes de Navidad Hablé con Jesús en The Sewer y el papa dijo que no era asunto suyo. Mientras la lluvia bebía champan mi arcangel estonio vino y me echó a perder Porque el beso más dulce que me han dado es el que nunca he probado. …………………… Porque me dijeron que todos debemos pagar nuestras deudas, les expliqué que las había saldado con creces. Porque el olor de su perfume todavía sigue en mi cabeza.
Searching for Sugar Man está disponible en FILMIN y es a mi juicio totalmente recomendable. Sus canciones las pueden encontrar tanto en Spotify como en Youtube
Cuenta con 8 puntos en Filmaffinity y una SINOPSIS que dice lo siguiente:
A finales de los años 60, Sixto Rodríguez, un misterioso músico, fue descubierto en un bar de Detroit por dos productores que quedaron fascinados por sus melodías conmovedoras y sus letras proféticas. Grabaron dos discos con la convicción de que el artista se convertiría en uno de los más grandes de su generación. Sin embargo, el éxito nunca llegó, y el cantante desapareció en medio de rumores sobre su suicidio en un escenario. Mientras tanto, uno de los discos llegó a la Sudáfrica del Apartheid y se extendió por todo el país en grabaciones piratas, que hizo de Rodríguez un icono de la libertad y de la lucha contra el sistema. Mucho tiempo después, dos fans sudafricanos se empeñaron en averiguar qué había pasado realmente con Rodríguez y su investigación los llevó a conocer una historia extraordinaria.



