QUE TE VOY A DECIR

Vista tomada en Suecia

En su 57 parte de guerra, Pedro de Silva comentaba en la Nueva España que como todo el mundo sabe, buena parte de las regulaciones de la desescalada, en materia de distancias, protecciones, limpiezas, teletrabajo, etcétera, son de cumplimiento casi imposible, por lo que, en similitud con los perritos que rascan contra el asfalto sus patas traseras intentando enterrar sin éxito sus cacas pero yéndose con la conciencia tranquila del deber cumplido, las autoridades parecen hacer lo propio intentando indicarnos un camino que tampoco ellos tienen claro.

Poco importa que Barbón, su sucesor en la presidencia de la comunidad al cabo de los años, reclame prudencia para que no hagamos nada hoy de lo que nos podamos arrepentir mañana porque como bien decía Aznar, el viejo líder de la derecha española, quien cojones es nadie para decirnos lo que tenemos que hacer o no hacer, palabras que son el fundamento base para que unos descerebrados alumnos suyos, armen la de dios es cristo en Nuñez de Balboa.

Millas escribía el pasado martes sobre la des-oratoria de Pedro Sánchez afirmando que pasados unos pocos minutos de empezar a hablar, desconecta del presidente porque parece que habla para la tele en ausencia de sí mismo. Y me pregunto ¿quién dictará las normas de la nueva normalidad para que no debamos esperar todos los días la salida del BOE como los aficionados al fútbol esperan el resultado del bar cuando salta la polémica? porque tal parece que todos se pongan de perfil para cantar al unísono:

Qué te voy a decir
si yo acabo de llegar
si esto es como el mar
quien conoce alguna esquina

Según los tertulianos del programa de la Barceló, ningún gobierno del mundo se salva pero los presididos por mandatarias en lugar de mandatarios como Nueva Zelanda o Alemania, lo están haciendo mejor y por un momento pienso que en mi casa todo funcionaba bastante bien porque la autoridad con mano de hierro era ejercida por mi madre aunque a veces me dieran ganas de retorcerle el cuello.

El roto con su serena lucidez, afirmaba en una de sus últimas viñetas: Tengo miedo a salir y también a quedarme en casa, viniendo a decir que si no nos cuidamos nosotros, nadie nos salvará de esta.

Las grandes fortunas blindan su patrimonio temiendo les caiga algún hachazo fiscal y otros se preguntan si Suecia no lo hizo mejor primando la economía sobre la salud y evitando el confinamiento si a la postre, sus ratios son un poco peor que los de sus vecinos escandinavos pero bastante mejores que los de los países del sur como el nuestro.

Y el Gobierno español autoriza la apertura de escuelas de 0 a 6 pero las comunidades lo rechazan: O normalidad, o distancia o rebrote, ese es el escenario. Y por lo tanto, yo sigo con la misma confusión.

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