Anteriormente escribí sobre la mini-serie NARCOS MÉXICO dedicada al Cartel de Guadalajara, vinculado al colombiano a través de un corredor que organizaron en México para llevar la sustancia colombiana hasta EE. UU., y ahora le toca el turno a la serie NARCOS, compuesta por 30 episodios divididos en tres temporadas, las dos primeras referidas al cartel de Medellín, o lo que es lo mismo a las maniobras de la organización de Pablo Escobar y que tiene su culmen en el final de la segunda temporada con la muerte de este. La tercera temporada se refiere al cartel de CALI gobernado por los hermanos Rodriguez Orejuela y culmina con referencias al famoso Proceso 8000 emprendido contra el entonces Presidente de Colombia D. Ernesto Samper acusado de recibir financiación del narcotráfico.
La serie realizada por Netflix ha sido catalogada como ficción histórica pero considero que no pasa de una americanada que insulta la inteligencia del espectador. Un fraude falto de objetividad y repleto de los sesgos a que nos tiene acostumbrado el cine norteamericano, no en vano está narrada en primera persona por un miembro de la DEA, la organización estadounidense contra el tráfico de drogas. Durante todo el tiempo se intenta poner en relieve la inocencia de los norteamericanos obviando que son sus dólares y su consumo lo que engordó el narcotráfico pero además, poniendo de ejemplo su alto sentido de la justicia, honradez policial, etc., mientras los colombianos tienen la culpa de todo por ignorantes, asesinos, corruptos y corruptores, un modo de narrar que ya no cuela.
Técnicamente su sonido no es bueno y las imágenes están cargadas de una violencia extrema muy superior a la de cualquier película que se precie de Tarantino pero carentes de la lírica que aquel imprime. Por otra parte, el actor que representa a Pablo Escobar, labor encomendada al brasileño Wagner Moura me parece un error enorme porque no solo es más feo que el personaje representado sino que su español no se acerca ni por asomo al de un colombiano pero además carece del carisma que sin duda tuvo el sangriento jefe del cartel de Medellín, un personaje que llevó al límite su lema “plata o plomo” para torcer voluntades en su beneficio pero que además fue elegido diputado y llegó a entrevistarse con políticos de todo el mundo. Llegado a este punto cabría recordar que Pablo Escobar fue invitado por el PSOE a la celebración de la noche electoral del 28 de octubre de 1982 en el Hotel Palace, de lo que existe documento gráfico, y de que en su día se habló de la supuesta financiación de la campaña electoral socialista por parte del cartel de Medellín.
Cuenta en Filmaffinity con una puntuación de 7.9 y una SINOPSIS que dice lo siguiente:
Serie de TV (2015-2017). 3 temporadas. 30 episodios. Serie que narra los esfuerzos de Estados Unidos, a través principalmente de la DEA, y de las autoridades y policía de Colombia, para luchar en la década de los 80 contra el narcotraficante Pablo Escobar y el cartel de Medellín, una de las organizaciones criminales más ricas y despiadadas en la historia de la delincuencia moderna. En la tercera temporada el objetivo de la DEA y la policía colombiana es intentar acabar con el cartel de Cali.