Mentiras y traiciones

Sanchez y Casado

España ha atesorado a lo largo de su historia individualidades literarias, científicas e intelectuales de calidad y alcance internacional, genialidades singulares, mientras la masa atesora cifras realmente frustrantes en cuanto a cultura social y académica.

Estos días tanto la prensa escrita como la digital, pero sobre todo las redes sociales exhiben su lado más cutre e ignorante, insultando al gobierno, al que califica de traidor por su pacto con Bildu. La mayoría son seguidores, sin otros escrúpulos que el convencimiento de sus propios sesgos ideológicos, del Partido Popular alentados por titulares como el de El Mundo de hoy “ El PP frena otra vez la renovación del CGPJ por el pacto del Gobierno con Bildu”. Por otra parte, seguidores de Vox, convierten en virales fotos de los entierros de socialistas asesinados por ETA para apoyar su cochino y desestabilizador argumento de calificar como traición a sus propios caídos, los pactos para la elaboración del presupuesto nacional.

Los españoles sabemos poco de historia, pero además de ignorarla, la despreciamos y como afirma “Iñaki Gabilondo sobre la agrietada familia socialista” todas las fuerzas políticas sin excepción, empezando por el propio Partido Popular, prometieron respeto y lealtad institucional a los etarras y los que les apoyaban, si deponían armas y defendían sus opciones e ideología nacionalista en el Parlamento.

Iñaki Gabilondo sobre la agrietada familia socialista.

Y lo hicimos todos cerrando filas, cambiar las armas por el parlamento y seréis respetados. Sin embargo y aplicando una carambola ideológica vergonzante, convertimos aquel generoso ofrecimiento en un “donde dije digo, digo diego” Olvidando que aquello adjuntaba un precio alto que pagar.

Así, en las elecciones de diciembre de 2015 se rompió definitivamente el bipartidismo y los españoles votaron un arco parlamentario abierto en el que pactar para gobernar resultaba imprescindible, y no quiero hablar de culpables pero lo fueron todos, el PSOE y el PP los mayores culpables porque primero uno y luego otro se entregaron a la corrupción para abandonar el interés general y refugiarse en la perpetuación del poder a cualquier precio.

A eso le siguieron confrontaciones de las derechas y de las izquierdas que dieron paso a un parlamento absolutamente ingobernable si no se admite por parte de todos que esa exigua diferencia de apenas un puñado de votos entre fuerzas políticas antagonistas, representan la realidad de nuestro país, una representación de la voluntad del pueblo que todos debemos respetar si pretendemos seguir llamando democracia nuestra forma de articular la política.

Llegado a este punto me gustaría significar la actitud de la prensa cuando por un lado carga contra Bildu como si la guerra en Euskadi estuviera aún abierta y ETA siguiera activa, mientras tiende puentes de plata para los asesinos de Atocha. Una hipocresía que también supondrá un coste y la realidad que se está viviendo en EEUU, hoy nos puede parecer lejos pero la experiencia me dice que no tanto.

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