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Conculcando el séptimo mandamiento.

Sánchez y Omella

La palabra es un tanto malsonante y no parece fácil de pronunciar a primera vista, seguramente por tratarse de un verbo poco utilizado por el pueblo aunque bastante por la casa del “Señor”. Su significado según la RAE: “Inscribir por vez primera un bien inmueble en el registro de la propiedad”.

Pues bien con esta estratagema y amparándose en leyes promulgadas por el católico dictador Franco y ratificadas por un presidente mamandurrias como fue Aznar, La Iglesia llegó a inscribir como suyos cerca de 35.000 bienes inmuebles que no lo eran, bien porque su legítimo propietario no los tenía registrados o no se encontraron con la descripción facilitada. Algo parecido a lo que hicieron los colonos en el Medio Oeste norteamericano cuando llegaron a las praderas, acotaban lo que les daba la gana y luego acudían a un juez puesto por ellos mismos para que lo anotara en su librito, el resto es historia manchada de sangre india.

El acuerdo llevado a cabo entre el Gobierno y la Conferencia Episcopal tiene un carácter histórico por cuanto escenifica por primera vez que la Iglesia reconoce de facto haber conculcado el séptimo mandamiento de la Ley de Dios según la Biblia, el libro sagrado de toda esta panda de asquerosos que componen la cúpula de la Iglesia católica, apostólica y romana que poco tiene que ver con Cáritas o con el cura del pueblo de Calahorra por poner un ejemplo.

En 1998 el gobierno del Partido Popular presidido por el nefasto presidente del “si a la guerra”, abrió la puerta a la iglesia para que pudiera registrar como suyos los inmuebles de los que se había ido apropiando, desde pisos a catedrales, pasando por graneros, cementerios, plazas públicas o estacionamientos.

La Iglesia promete ahora al Sr. Sánchez, devolver una pequeña parte de los reclamados, entre otras cosas porque muchos ya los vendió, es decir, porque ya especuló con ellos y se gastó la pasta en los coches de los obispos, sus lujosas ropas lujosas y sus sofás imperialistas. Existe en la red un buscador de los bienes inmatriculados para quien tenga interés en conocerlos y así podrán ver que la mayoría se encuentran al sur del país y Castilla-León, pero hay de todo y en toda la geografía hispana, ya que cortarse, no se cortaron un pelo.

Lo que más me molesta de esta historia y una de los motivos que me empujan a escribir estas líneas, es el tratamiento que la prensa facha de nuestro país le da a la noticia. A lo mejor es excesivo el calificativo, pero el sabio juicio de quien me lea ya quitará asperezas al mismo. ¿Cómo se puede entender que un periódico de ámbito nacional como La Razón, plante este titular “Cumbre Sánchez-Omella: 2.575 errores de Moncloa”? Lo he puesto a modo de ejemplo, aunque hay actitudes similares en ABC y otros.

Una prensa que dedica la mayoría de sus espacios a la propaganda de los partidos de la derecha y que no es capaz de por lo menos, dar escueta la noticia sin más, sino que termina por dar la vuelta al calcetín para cargar como sea contra el Gobierno con el objeto de satisfacer el sesgo de sus lectores habituales, a los que dedico de manera especial esta misiva.

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