Mañana día 21 de diciembre comienza, en el hemisferio norte, el solsticio de invierno y el día será el más corto del año y la noche la más larga. Es una época lunar de emociones y actitudes profundas. Las familias y amistades acostumbran reunirse en búsqueda de la unión y el calor humano, celebran el fin de los proyectos y el reinicio del ciclo natural.
A ciencia cierta no se sabe cuando nació Jesús pero el que se celebre su cumpleaños el 25 de diciembre tiene mucho que ver con el intento de reconvertir las celebraciones paganas previas en celebraciones de las nuevas religiones. Antes de la Navidad se celebró en la misma fecha el nacimiento de Mitra (Dios del sol) y antes el de Apolo (Dios olímpico) y antes…, Los sucesivos dioses, qué curioso, han nacido siempre en el solsticio de invierno, porque todas las religiones aprovecharon la fuerza evocadora del solsticio.
Cada persona puede creer en lo que quiera, y puede celebrar lo que quiera, pero debe saber que desde épocas ancestrales los humanos celebramos el solsticio de invierno como la noche del nacimiento de la luz, fecha en la que las tinieblas eran derrotadas y por eso daban culto al sol.
A mi juicio debemos respetar las celebraciones de todas las personas y grupos. Mi celebración tiene más que ver con el calendario que con los simbolismos religiosos y mi deseo de FELICIDAD para todos es SINCERO Y LAICO.
