Últimamente, ando rayado con lo que acaece en torno a la “ley del solo si es si». Ignoro quien o quienes asesoran a “Pretty” que es como se refieren a él en el programa “Hora veintipico de la Ser”, pero lo están haciendo fatal si, como pienso, seguramente le han dicho y lo que es peor, los ha creído, que quitarse de encima a la derecha y su entorno mediático y, cara a las próximas elecciones, marcar diferencias con Podemos, su socio de referencia en el ejecutivo, será recompensado en forma de votos.
O a lo peor, ha sido él solito que le temblaron las piernas, como declaró Ione Belarra. Sea como fuere, si por fin modifica la ley, una de las mejores leyes elaboradas en esta legislatura, cambiando la inversión de la carga de la prueba, habrá cometido su mayor error y, sin duda, perderá muchos votos. Porque además, la presión de la derecha no cesará hasta el día de las elecciones sin importar cuál sea la excusa, y los votos que en consecuencia pierda de las mujeres, que serán muchos, irán a parar a su socio o al PP que se vanagloriará de haber obligado a que el gobierno doble la rodilla en este asunto.
Pero, por otro lado, qué problema tiene la ley, que se han rebajado penas a condenados por la anterior legislación, habría que estar orgullosos por ello. Acaso, les cayó más pena de la que les correspondía, pues acertado es que se la reduzcan. En eso consiste el Estado de Derecho, en aplicar correctamente las penas, pues como ha afirmado Irene Montero, la ministra de Igualdad, la ley no persigue ampliar castigos, sino aplicar justicia.
“La Ley del solo si es si”, ha conseguido poner a Dani Alves, ese chulo millonario, bajo custodia sin que diera tiempo a que la víctima sufriera victimización por parte de los medios durante el largo proceso que sigue a la denuncia de un caso así, cosa que ocurrió en el caso de “la manada” o en el tremendo caso del violador Antonio Cosme que relata en su columna de hoy en El Pais, Manuel Jabois. O por ejemplo, que el productor de cine que se pasó la noche metiendo mano a hombres durante la gala de los Premios Feroz, lo pusieran bajo arresto al día siguiente, pues como afirma “Najat Elhachmi, los famosos no violan”
Al rededor de este caso, tanto la derecha mediática como los miembros del PSOE conservadores, que son unos cuantos y que probablemente aún se la guardan a Sánchez por aquel asunto de las primarias, se han puesto en pie de guerra y están logrando amedrentarlo con mentiras unos y verdades a medias otros, porque la auténtica verdad resulta un mal cliente.