Editorial torticera

Algún día la razón se abrirá paso por encima de intereses partidistas

También otros medios pero especialmente El Mundo, y lo demuestra su editorial de hoy, ha perdido su dignidad profesional al dejar de practicar un periodismo independiente para someterse a la nómina de un partido político de la derecha como es el Partido Popular defendiendo día tras día sus tesis o cualquier tesis que les favorezca.

Esta vez va de las declaraciones de Arnaldo Otegi comentadas por doquier cuando se cumplen 10 años del abandono de las armas por parte de la organización terrorista ETA. Reproduzco textualmente “Resulta vergonzoso para la democracia y humillante para las víctimas que diez años después de la autodisolución de ETA, la izquierda independentista vasca -a cuyos votos han fiado Pedro Sánchez y sus ministros la continuidad del Gobierno progresista- no rompa definitivamente el lazo que le sigue atando a un no tan lejano pasado terrorista”

Quien tenga humor para leer todo el editorial se dará cuenta de que no informa, tergiversa las palabras imponiendo su propia interpretación y aplica un pensamiento revanchista que no corresponde con la obligación de un periódico que aspira a tener la proyección nacional de informar a toda la ciudadanía y no solo a los votantes o posibles votantes del Partido Popular.

Cabe preguntar al responsable del escrito, cuanto tiempo según él tiene que pasar desde la deposición de las armas para que se pueda comenzar a pasar página y saber así cuando la derecha va a dejar de aprovecharse del dolor de las víctimas.

Las tesis que defiende esta editorial son las mismas que expresaba ayer Cuca Gamarra y muy lejos de informar, intenta crear un estado de opinión alimentando sesgos y prejuicios entre aquellos ciudadanos que no hagan un esfuerzo por informarse a fondo y se queden en los titulares.

Muchos seguramente han visto la película Maixabel y acaso los documentales de Jon Sistiaga “Eta, el final del silencio” y de no ser así se los recomiendo para que se acerquen un poco a la verdad sin las manipulaciones de la derecha solamente, y entre la derecha incluyo también al periódico mencionado que parece figurar en su nómina, pero quieran o no, algún día habrá que pasar página, ya que solo de esa manera se podrá comenzar a mitigar el dolor y alcanzar algún tipo de normalidad.

Es una realidad que el Partido Popular ha sufrido en sus propias filas los efectos tremendos de la ceguera terrorista como también lo ha sufrido el Partido Socialista y sobre todo los cientos de funcionarios de la Guardia Civil y de la Policía Nacional cuando solo cumplían con su deber, eso lo sabemos y condenamos todos y de ello sin duda, también se han ido dando cuenta los miembros de la organización a medida que se han ido quitando la venda de los ojos. Pero también es una realidad que el Partido Popular se niega a pasar página porque en el caladero terrorista ha captado muchos votos de manera torticera, demasiados y parece que lo quiere seguir haciendo.

Estoy seguro de que a medida que el tiempo transcurre, algún tipo de razón se abrirá paso por encima de intereses partidistas y por eso creo que la mayoría de la ciudadanía será lo suficientemente inteligente como para entenderlo así y no dejarse engañar.

ZUBIAK

Zubiak (Puentes) y los seis episodios que le siguen, forman una serie de documentales dirigidos por Jon Sistiaga y Alfonso Cortés-Cavanillas que conforman «ETA, el final del silencio» que se puede ver actualmente en Movistar.

El trabajo va de exorcizar el dolor que cada uno arrastra, hablar de arrepentimiento en unos casos para mitigar una culpa que no tiene perdón o hablar de perdonar para arrancar el deseo de venganza y poder pasar página en paz.

Nos hemos refugiado en el silencio para evitar abrir heridas y aunque no se trate de abrir heridas, es necesario recordar, rememorar, porque recordando se puede superar, si miramos para otro lado permitiendo que las heridas cierren en falso nos estaremos equivocando otra vez.

En uno de los capítulos de la serie, el dedicado a la ejecución a sangre fría del que fue Concejal del Partido Popular en Ermua Miguel Angel Blanco, se puede ver a un buen número de chicos de poco más de veinte años en la universidad reconociendo no estar al tanto del hecho en concreto, ni siquiera del proceso etarra en general porque el silencio en la escuela, en la calle e incluso en sus casas, impidió que tuvieran una idea clara de cuanto ocurrió.

Maixabel supo al instante que habían matado a su marido, se trataba de Juanmari Jauregi un militante socialista comprometido con el pueblo al que la banda terrorista ETA no perdonó su valentía y que el mismo día que lo asesinaron confesó a su mujer que había soñado con que lo mataban lo que demuestra que el que fue gobernador civil de Guipúzcoa, a pesar de estar retirado de la vida pública desde hacía años, seguía viviendo con miedo.

En el primer capítulo de esta serie documental y frente a ella, se encuentra Ibon Etxezarreta uno de los participantes en el comando Buruntza que lo asesinó en el frontón de Tolosa (conducía el coche que los trajo hasta allí y en el que huyeron), están en una sociedad gastronómica, dando cuenta de la comida que ella misma ha preparado para los dos y en presencia de las cámaras.

Ibon en un momento de la conversación dice con aparente sinceridad que estaba sorprendido por lo fácil que perdonó la sociedad o lo rápido que intentó pasar página porque no hubo violencia por parte de la gente y confiesa que él no sabe si perdonaría. Maixabel por su parte le comenta que prefiere ser la viuda de una víctima que la madre de un terrorista.

Me parece recomendable repasarlo con detenimiento estos días de confinamiento porque todos deberíamos tener en cuenta que dentro de lo que se ha dado en llamar el proceso vasco, hay pocos inocentes, ya que los que no actuaron activamente pero miraron para otro lado, desde mi punto de vista su actitud les hizo cómplices. Yo también lo fui o así lo siento. Durante un tiempo y por razones que no vienen al caso, estuve vinculado a Euskal Herria, en ciertos periodos de mi vida viajaba hacia allí todos los fines de semana observando lo que pasaba pero actuando como si no viera nada simplemente porque no iba contigo. Algunos a esto lo han llamado miedo, otros, impotencia, yo siempre he pensado que se trataba de cobardía.

Y cuando digo que nadie fue inocente, digo eso exactamente porque, incluso la iglesia, tan beligerante con el aborto, la eutanasia y otros temas sensibles con respecto al derecho a la vida, no solo hizo la vista gorda, no solo miró para otro lado sino que protegió e incluso alentó a los gudaris y así, en otro de los episodios se puede escuchar a un etarra contar como al confesar ante un sacerdote sus temores a que como consecuencia de sus acciones pudiera morir alguien, el sacerdote le respondió que llegado el caso, él lo absolvería cada vez que por su acción muriera un guardia civil, por ejemplo.

Así como algunas personas que sufrieron las consecuencias de los atentados han intentado tender puentes (Zubiak) como es el caso de Maixabel con Ibon, en otro episodio, una chica a cuyo padre asesinaron cuando tenía 20 años afirma que ella se ha ido acostumbrando a vivir con el dolor pero perdonar no puede y es que dentro de esa tremenda parte de nuestra historia coexisten tantos sentimientos como personas hayan tenido algo que ver y todos son tan respetables como necesarios, por eso, hemos de enterarnos y hablar de ello para que nadie se aproveche de manera torticera, ideológica y partidista sino que todos aprendamos a impedir que algo similar se pueda volver a dar. Porque debemos tener en cuenta que el Estado, al albur del momento más violento, se extralimitó permitiendo una forma de terrorismo pseudo oficial que lejos de aportar soluciones lo complicó todo mucho más y de ello también se habla en esta serie.

Caratula documental

Cuenta en Filmaffinity con una puntuación de 7,7 y la SINOPSIS dice lo siguiente:

El 7 de junio de 1968, ETA asesinaba al Guardia Civil José Pardines. El 3 de mayo de 2018, un comunicado de la banda terrorista anunciaba la disolución de sus estructuras. Entre esas dos fechas, 50 años de terror, miedo, dolor, treguas, negociaciones y 826 muertes.

Jon Sistiaga nos sitúa cara a cara ante el cambio político y social que ha tenido lugar en el medio siglo de existencia de ETA, realizando un homenaje a las diferentes víctimas del terrorismo que azotó a nuestro país. Contaremos sus historias individuales y colectivas, y a través de sus ojos entenderemos mejor el conflicto y la fortaleza y valentía de la sociedad española, que sumadas a las investigaciones policiales y a los errores de los terroristas, sumaron la fuerza necesaria para que el fin de la banda fuese posible. Porque, afortunadamente, por fin se puede hablar.

TRAILER OFICIAL