Se trata del último largometraje realizado por Fernando Trueba, sobre guion firmado por su hermano David Trueba y a su vez basado en la novela homónima del escritor colombiano Héctor Abad Faciolince, hijo de Héctor Abad Gómez sobre cuya vida y muerte va esta historia estrenada recientemente en cines comerciales y aún no disponible en las plataformas de pago por visión.
No he leído el libro sobre el cual se desarrolla el guion y es obvio por lo tanto que no puedo opinar sobre él, aunque tratándose de una narración realizada por su hijo entiendo que se ha hecho desde la nostalgia, el dolor y el profundo amor al padre, al margen de sus otras circunstancias.
Comienza firmada en color para contar la vida cotidiana en el trabajo en la universidad para la cual presta sus servicios y en el entorno familiar de Héctor Abad Gómez, médico colombiano magníficamente representado por el actor español Javier Cámara, que dedicó su vida a la salud del pueblo y la defensa de sus derechos en los convulsos años ochenta en su país. En esta primera parte nos describe de forma un tanto anodina, a un hombre, amable, cariñoso, afable con sus compañeros de trabajo, sus vecinos; el cariño a su mujer e hijos, en el seno de lo que podríamos llamar familia acomodada por utilizar las palabras del personaje de su esposa en la película, que no ricos.
A medida que avanza el metraje el color se va apagando hasta terminar el rodaje en blanco y negro, acorde con el triste acontecimiento que acaba con la vida del protagonista, mártir por los derechos de su pueblo, defensor de una educación y salud pública y de calidad desde una postura laica y alejada de las ideologías. Un acontecimiento sobradamente conocido del que incluso el documentalista Miguel Salazar y la directora y nieta del personaje protagonista, Daniela Abad, realizaron el documental titulado «Carta a una sombra» que actualmente no se encuentra en redes.
Ya sea por conocer la historia, ya sea porque presumía algo más de emoción, me sentí no solo defraudado, sino que en toda esa primera parte me aburrí lo suyo. Y al margen de destacar el excelente trabajo de Javier Cámara que no del resto de actores todos ellos colombianos, y a pesar del Goya que le fue otorgado como mejor película iberoamericana, me atrevo a decir que si esto es todo lo que el veterano director Fernando Trueba puede ofrecer con una historia a priori tan emocionante, doy por acabada su carrera.
Cuenta con una puntuación de 6,6 en Filmaffinity y una SINOPSIS que dice lo siguiente:
Narra de manera íntima la historia de un hombre bueno, el médico colombiano Héctor Abad Gómez, carismático líder social y hombre de familia, un destacado médico y activista por los derechos humanos en el Medellín polarizado y violento de los años 70. La trama relata la vida del doctor y padre de familia, preocupado tanto por sus hijos como por los niños de clases menos favorecidas. En su casa se respiraba la vitalidad y la creatividad características de una educación fundamentada en la tolerancia y el amor, pero la violencia ambiental del país condicionaba la vida de todo su entorno.