Ir al quiosco supone asumir un riesgo, pero sobre todo sufrir las molestias del barbijo, los guantes, el lavado de manos y el miedo subyacente y entonces te preguntas para que diantres quieres el periódico si tienes internet y una herramienta como Twitter acomodada ya a tus sesgos.
Aldo Bartra, divulgador científico peruano que actualmente reside en Nueva Zelanda trabajando para una multinacional que edita de El Robot de Platon, afirma que solo se trata de una pandemia que nos ha cogido desprevenidos pero aun así con la suerte de poder contar con medios tecnológicos muy desarrollados como la World Wide Web que nos ha proporcionado divertimento, información y educación haciendo liviano el confinamiento. Sin embargo, en el futuro sufriremos otros reveses que pondrán mucho más a prueba nuestros límites, como por ejemplo la caída total o en parte de la Internet, que actualmente se sostiene con cientos de satélites.
Solo la empresa SpaceX propiedad de Elon Musk dispone de más de 100 con el objetivo de comunicar a velocidad alta los confines del planeta y eso sin contar con el resto de empresas, inglesas, rusas y chinas que lo están haciendo igualmente. Pero se da el caso de que estas empresas no están siendo reguladas por los estados, no hay un acuerdo internacional al respecto y mientras los políticos se lo piensan, campan a sus anchas haciendo a los humanos más dependientes y vulnerables porque es posible que algún día uno o varios hackers hagan caer las redes secuestrándolas a cambio de prebendas o solo por terrorismo, ¿quién sabe? dejando el o los países a oscuras en todos los sentidos. A cualquiera –añade–, incluso a mí, si me preguntan les diré que es improbable una cosa así porque evidentemente nadie está trabajando con esa hipótesis pero nunca les diré que es imposible porque respecto al coronavirus, si me hubieran preguntado tanto a mí como a la OMS, les hubiéramos respondido que era altamente improbable pero ha sucedido.
El Tribunal Constitucional comunica, que no celebrará más plenos telemáticos, aunque se prolongue el estado de alarma porque alegan que sus técnicos informáticos les han advertido de que las reuniones telemáticas podrían ser objeto de ataques informáticos.
Al respecto, Juan Gaitán, periodista y escritor malagueño afirma que cabe dentro de lo posible que ante ese futuro diferente que nos anuncian, solo nos encontremos en la casilla de salida de otra realidad que puede o no, ser mucho más cruel y mucho más aislada. Y según afirma Francisco J. Laporta, catedrático de Filosofía del Derecho de la Autónoma de Madrid y prestigioso jurista, ni hemos sido capaces de pensar instituciones supranacionales con el poder normativo decisivo para afrontar las crisis, la que sufrimos y anteriores, ni en España es posible la cooperación que necesitamos por culpa de nuestra inmunda política, la sospecha y el rencor que arrastramos.
Angels Barceló pregunta al actual ministro de Interior Sr. Marlasca en el Hoy por Hoy del pasado viernes sobre si la medida de exigir cuarentena de 14 días a todos los ciudadanos que lleguen del exterior ha sido consensuada con otros países y responde que sí, que todas las semanas esto se comenta en la reunión de ministros de interior europeos y mientras dice esto, El País del mismo viernes publica que Francia obligará a cumplir una cuarentena de 14 días solo a las personas procedentes de España en respuesta a la decisión tomada por el gobierno español de manera unilateral y que les cogió por sorpresa. Ese tipo de cosas me producen mucha zozobra pero también esto otro
La CVE, acrónimo de Confederación Vallisoletana de Empresarios ha denominado a los mayores, un colectivo no productivo y causante de provocar en la junta de su comunidad la aplicación de criterios restrictivos que limitan la economía regional. Vamos que viene a decir que por cuatro viejos a los que nos queda un viento, ellos van a ganar poco dinero o perder. Así de cabrones son los hijos que hemos criado.
Y quizá como demostración de que ese futuro distópico ya está siendo presente, el sábado se informa del misterioso contagio en una granja de visones holandesa en la que han secuenciado el genoma del virus de los mustélidos comprobando que es el mismo virus que está mutando pues es evidente que han sido contagiados por el hombre pero ya ha conseguido mutar para contagiar al resto de la granja o granjas lo que abre una nueva incógnita de posibilidades de replicarse en otro tipo animales como los múridos y hacerse endémico.