Ayer no termina nunca es el título de una película de poco más de hora y media, escrita dirigida y producida por Isabel Coixet, recientemente reconocida por el Ministerio de Cultura con el Premio Nacional de Cinematografía; e inspirada, según afirma la propia autora, en la obra «GIF» de la escritora holandesa Lot Vekemans. La película fue estrenada en 2013 y actualmente está disponible en NETFLIX. Además me gustan sus únicos actores, Javier Cámara y Candela Peña que está magnífica
Puede resultar tediosa al principio y acaso un poco deprimente al final pero una de las cualidades de esta estupenda directora que me comenzó a interesar desde «La vida secreta de las palabras«, es su manera de contar las historias, y que en este caso, con un escenario tan impersonal como gris y una fotografía en blanco y negro, parece querer dejar claro desde el inicio, que lo importante son las palabras, los gestos y los silencios.
Los diálogos cargados de intensidad nos hablan sobre la ausencia, la pérdida irremplazable, el dolor no compartido, la actitud ante la falta de valentía para asumir las promesas porque todos somos cobardes pero unos más que otros. Somos proclives a huir del dolor de los otros, a poner tierra de por medio para no respirar la atmósfera que impone la cuarentena psíquica ante un suceso tan terrible como la perdida de un hijo. Nuestros recuerdos están plagados de palabras no pronunciadas por falta de oportunidad o valentía y de arrepentimiento por lo que hicimos a pesar de no quererlo hacer.
Cuenta con una puntuación en Filmaffinity de 5,1 y una SINOPSIS que dice lo siguiente:
En el año 2017, en una España hundida por la crisis, una pareja se reencuentra en Barcelona tras cinco años sin verse. Se habían separado después de haber perdido a su hijo por una negligencia hospitalaria fruto de los recortes. Él había emigrado a Alemania, pero ha vuelto.