Esa sensación propia de los humanos ante el estupor, premonitoria del vómito, fue lo que me produjeron esta mañana las palabras del Sr. Casado en el Congreso: “La Guerra Civil fue un enfrentamiento entre quienes querían la democracia sin ley y quienes querían la ley sin democracia” pues aunque soy consciente de su ignorancia y dependencia de la sucia ultraderecha franquista, también lo soy de que sus asesores y los que le escriben los discursos no y es que solo pensar que debido a otro error de los españoles, fuera elegido su partido para gobernar en las próximas elecciones, me asusta tanto como que en un hipotético referéndum catalán, una “catalanía” obcecada eligiera como hicieron los ingleses a favor de su propio Brexit, aunque aquí lo denominaríamos con una palabra que suena a escalofrío,“Catalanexit”
Y es que el PP ha entrado en una dinámica depredadora de poder, acusando a quien preside legítimamente el actual ejecutivo de lo que precisamente abunda en ellos, prisa por gobernar a cualquier precio incluso el de que todo se vaya a la mierda porque como bien saben las cabezas pensantes del PP esto no acabará en guerra civil porque no hay suficiente hambre para que ocurra, aun cuando no falten ganas por ambas partes.
Toni Cantó, el último gran parásito visible de la política, un trásfuga inútil y desagradable que como Abascal solo sirve para chupar de un chiringuito, ha recibido el suyo por parte de la presidenta de Madrid Sra. Ayuso que le ha nombrado «Director del área de la Oficina del Español«, una de esas mierdas que inventa la derecha popular de vez en cuando, que solo sirven como destino de tropiezos políticos como Cantó después de que Casado se lo enviara sin envolver y ella se percatara de su inutilidad.
Y hace esto mientras se muestra tacaña con el servicio de salud que se ve supersaturado por escasez de personal, aunque cuidado con hablar alto porque en un partido como el popular, donde crece cualquiera con tal de que sea un poco tonto, no mucho porque tampoco debe ser muy evidente, la Ayuso puede terminar por presidir el partido.



