Se Trata del primer documental de la productora de los Obama «Higher Ground Productions» en asociación con NETFLIX donde está disponible. Ganador de un Oscar en 2019, fue dirigido por Steven Bognar y Julia Reichert y narra la puesta en funcionamiento de la factoría especializada en la fabricación de vidrio para coches de origen chino FUYAO, empresa china fundada por Cao Dewang que también aparece en el documental y que se establece sobre la infraestructura abandonada por la General Motors en un pueblo del Ohio. Escuché hablar de este documental la primera vez al escritor de Gijón Ricardo Menéndez Salmón quien lo recomendó en una entrevista que dio a La Nueva España.
Lo que desde mi punto de vista hace extraordinario a este documental es la manera en como se narra la historia, acercándose a los protagonistas norteamericanos y chinos, captando la parte humana por encima de la empresarial de una manera neutral y con aparente carencia de sesgos raciales.
No obstante, no solo por el esperado choque cultural sino también por la fotografía que transmite del mundo de la competitividad en contraposición con el respeto de los derechos de los trabajadores, intentando buscar los puntos de confluencia, por lo que en verdad creo, que debería ser obligatoria en los institutos porque podría ayuda a entender a los chicos hacía donde se encamina el mundo laboral y las consecuencias adversas de la automatización y la producción basada únicamente desde la perspectiva de la competitividad.
Cuenta con 6,6 puntos en Filmaffinity y una SINOPSIS que dice lo siguiente:
En 2014, un multimillonario de procedencia china reabrió una antigua fábrica de General Motors en la ciudad de Dayton (Ohio). Para miles de locales, la llegada de un manufacturador multinacional implicaba recuperar sus trabajos -y su dignidad- después de que la recesión hiciese estragos en su día a día. Al principio, el contraste cultural es gracioso, pero los problemas entre el planteamiento chino y el norteamericano no tardan en florecer. La escasas medidas de seguridad en el trabajo, unidas a un salario muy bajo, siembran dudas en la mentalidad de los trabajadores. Por si esto fuera poco, la empresa amenaza a sus empleados con automatizar más el proceso de producción como respuesta a sus quejas, lo que conlleva la aparición de numerosos problemas a diario en la fábrica.