El 16 de este mes NETFLIX estrenó la segunda temporada de MINDHUNTERS, compuesta por 9 episodios y su director David Fincher se apoyó para el desarrollo de la misma en el caso estadounidense de repercusión federal que tristemente se convirtió en célebre a principio de los 80 denominado “Los asesinaltos de Atlanta” y que concluyó con el balance final de 28 niños o adolescentes asesinados. Un caso real que se saldó de modo polémico por cuanto el único acusado no confeso Wayne Willians solo fue condenado por dos de ellos independientemente de que la justicia de aquel estado lo considera como un sociópata hebéfilo, autor también del resto de los asesinatos aunque no se pudieran probar y a pesar de que el protagonista actualmente en prisión sigue manteniendo su inocencia.
No puedo decir que esta temporada me gustara más que la primera, si bien, tanto en una como en otra lo que más me ha interesado es el desarrollo de los personajes, su problemática personal y la manera en que se presenta su pensamiento dentro de un entorno social competitivo y conflictivo. Además en esta ocasión se habla también del enrevesado sistema policial y judicial de EEUU y las dificultades para conseguir apresar al delincuente primero y reunir pruebas después para incriminarlo inmersos en un medio social radical y racial y con el enfrentamiento permanente entre las distintas instancias, políticas y competenciales.
Como ya conocerán los que vieron la primera temporada, los agentes del FBI entrevistan en prisión a individuos condenados a penas muy altas por asesinatos graves o asesinos en serie intentando encontrar similitudes que les ayuden a detener a criminales activos. Pues bien no se si es curioso por la coincidencia de fechas o solo me lo parece pero uno de los entrevistados en esta temporada es Charles Mason que de alguna manera cuenta también con algún tipo de protagonismo en la recién estrenada en España última película de Tarantino.
